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Nada que ver

21,78

Categories: , , Product ID: 21727

Descripción

NADA QUE VER poco tiene en común con los vinos a los que estamos habituados. Una singularidad (vino que consideramos extraordinario, raro, excelente, único y extravagante) que viene por ser el primer monovarietal elaborado con maturana tinta.

Un vino que refleja todo el carácter, la fuerza y la potencia de su variedad, y, acompañado de los tostados de la madera, consigue que entremos en un mundo de aromas desconocidos en Rioja. Violeta, clavo, café, bombón de licor y notas balsámicas y mentoladas que nos hacen querer seguir explorando el universo de esta variedad tan embriagadora.

TIM ATKIM: Nada Que Ver está siempre entre las expresiones más diferentes de la maturana tinta en Rioja. Pilar Torrecilla piensa que es la mejor añada hasta la fecha, con taninos suaves y aterciopelados, aromas de zarza y hierba cortada, elegante madera nueva y un final maduro y brillante.

Ficha técnica

ALCOHOL

15,08 %

VARIEDADES

100 % maturana tinta.

ENVEJECIMIENTO

1222 días en barrica y 150 días de botella. Roble francés, americano y europeo tostado fuerte especial.

VEGANO

Elaboración

Por el mes de octubre, comienza la vendimia manual de la maturana tinta; un momento mágico, cuya explosión de color invade la madera de las barricas en la cual fermentará durante unos cuantos días. Bazuqueos diarios, sin levaduras añadidas, solo sus propias levaduras, y una mínima intervención en todos sus procesos de elaboración. Todo ello convierte una pequeña uva en un potente vino.

Su camino solo acaba de comenzar, porque seguirá al abrigo de la madera durante muchos meses suavizándose hasta adquirir la complejidad que lo hace único como vino «cuya originalidad no pasa desapercibida».

Cosecha

Destaca de esta cosecha su ciclo vegetativo, por la «excelente sanidad del viñedo, a nivel general, en la última fase del ciclo». Una vendimia que resultó ser la cosecha más temprana de la historia de Rioja. Escasa y de gran calidad, caracterizada por la buena climatología que la acompañó al final del ciclo y por la mejora de las expectativas productivas, tras un año marcado por la helada y la sequía.

La correcta evolución vegetativa del viñedo y la ausencia de plagas o enfermedades de importancia permitió que el estado sanitario de la uva fuera extraordinario hasta el final de la vendimia.

Graduación media ligeramente superior a la del año anterior. Cabe destacar una interesante diversidad en los vinos marcada, en gran parte, por las ajustadas producciones y por un resultado con un alto potencial para el envejecimiento. Encontramos vinos finos y elegantes con un complejo y marcado carácter.